La accesibilidad en videos

El video es hoy un formato popular. Ya sea que se trate de capacitar online, compartir información o crear contenido en redes sociales se ha vuelto importante para transmitir conocimientos. Sin embargo, el 15 % de la población mundial enfrenta dificultades para acceder y consumir contenido, muchas veces debido a diversas discapacidades. Por ello, hacer que nuestros videos sean accesibles no solo es un acto de inclusión, sino también una estrategia clave para ampliar nuestro alcance y cumplir con el derecho de todos a la educación.

¿Qué es la accesibilidad en los videos?

La accesibilidad en los videos implica diseñar y adaptar el contenido audiovisual para que sea utilizable y comprensible por todas las personas, incluidas aquellas con discapacidades. El objetivo es garantizar que, independientemente de sus capacidades, todos los espectadores puedan acceder, entender y beneficiarse del mensaje transmitido.

Asegurar su accesibilidad no solo rompe barreras, sino que también promueve un entorno digital inclusivo, en el que la información, las historias y el conocimiento se comparten sin exclusiones.

Es importante destacar que la accesibilidad no se limita a las personas con discapacidades permanentes. También resulta de gran utilidad para quienes atraviesan situaciones temporales, como una recuperación postoperatoria en el área visual, o para aquellos que, debido a circunstancias específicas (por ejemplo, ver un video en un entorno ruidoso), no pueden disfrutar plenamente del contenido en su formato original. De esta manera, el diseño de videos accesibles se convierte en un enfoque integral que atiende a las diversas necesidades de la audiencia.

Además, contar con videos accesibles amplifica el alcance del contenido, pues el mensaje se transmite a través de imágenes, sonido, voz y textos en pantalla, permitiendo que un mayor número de personas disfrute y se beneficie de la información ofrecida.

Principales beneficiarios

El diseño de videos accesibles no solo favorece a las personas con discapacidades, sino que también enriquece la experiencia de otros grupos. Entre los principales beneficiarios se encuentran:

  • Personas con discapacidad auditiva:
    Los subtítulos permiten que quienes tienen dificultades auditivas o son sordos puedan seguir el contenido. Al ofrecer una representación textual del audio, se garantiza que el mensaje se entienda de forma completa, incluyendo diálogos, música y efectos sonoros.
  • Personas con discapacidad visual:
    Las descripciones de audio son fundamentales para quienes tienen dificultades visuales. Al narrar los elementos clave del contenido visual, estas descripciones aseguran que la historia o el mensaje mantengan su coherencia y totalidad.
  • Personas con discapacidades cognitivas y de aprendizaje:
    Las transcripciones y la utilización de contenido visual claro facilitan la comprensión para aquellos que pueden tener dificultades procesando información exclusivamente a través del audio o el video.
  • Hablantes no nativos:
    Los subtítulos benefician a quienes no dominan completamente el idioma, ya que facilitan la comprensión del diálogo y mejoran la interacción con el contenido.
  • Usuarios en entornos ruidosos o silenciosos:
    En situaciones en las que el audio no es una opción viable —por ejemplo, en un café concurrido o en una biblioteca— los subtítulos permiten seguir el contenido sin depender del sonido, una preferencia que incluso se ha extendido entre el público joven.
  • Público en general:
    Más allá de casos específicos, las funciones de accesibilidad, como los subtítulos y las transcripciones, contribuyen a una experiencia de visualización más amigable y atractiva para todos. Además, estos elementos pueden mejorar el posicionamiento SEO del contenido.

Checklist para crear contenido de video accesible

Basados en las pautas de las WCAG, estos consejos te ayudarán a garantizar que tus videos sean accesibles para personas con discapacidades visuales, auditivas o cognitivas:

  1. Incluye transcripciones de texto
    Proporciona transcripciones que describan tanto el contenido visual como el discurso. Esto es esencial para que usuarios ciegos o con pérdida visual puedan acceder al contenido mediante lectores de pantalla.
  2. Añade subtítulos al video
    • Facilita la comprensión del mensaje al sincronizar el texto con el audio.
    • Asegura que las personas con discapacidad auditiva puedan seguir el contenido.
    • Incrementa la interacción y retención del público, especialmente en entornos donde no se puede utilizar el audio.
  3. Evita la reproducción automática
    La reproducción automática puede distraer y dificultar la lectura del contenido, especialmente para personas con discapacidades. Además, puede representar un riesgo para aquellas que sufren convulsiones. Es preferible que el video se reproduzca solo cuando el usuario lo active.
  4. Utiliza colores adecuados
    La elección incorrecta de colores puede dificultar la percepción de detalles visuales, sobre todo para personas con daltonismo. Aunque puede no ser posible modificar por completo la paleta de colores de la marca, se recomienda evitar combinaciones conflictivas (como rojo, azul y verde juntos) y utilizar herramientas de verificación de contraste para asegurar una correcta visualización.
  5. Cuida el diseño del video
    Un diseño recargado puede dificultar la comprensión del contenido:
    • Evita colocar textos en áreas destinadas a los subtítulos para no saturar la pantalla.
    • Reduce el uso de transiciones rápidas o destellos brillantes, lo que no solo favorece a usuarios con sensibilidad a la luz, sino que también previene riesgos de convulsiones y resulta beneficioso para personas con autismo o TDAH.
    • Considera incluir representaciones diversas, como la presencia de personas con discapacidades o personajes animados, lo que puede ayudar a que la audiencia se sienta identificada con el mensaje.

Muchos videos en redes sociales carecen de accesibilidad, principalmente por desconocimiento o por considerar que la adaptación requiere demasiado tiempo y esfuerzo. Sin embargo, dedicar recursos a crear contenido de video accesible es una inversión que, además de prevenir posibles demandas, permite conectar con una población que, por derecho, merece acceder a la educación. Además, este enfoque inclusivo podría abrir nuevas oportunidades, ya que quienes se benefician de esta accesibilidad podrían convertirse en clientes o en aliados estratégicos.

¿Tienes más recomendaciones o experiencias sobre este tema? Comparte tus ideas en los comentarios y sigamos aprendiendo de forma intencional.

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